Tuve la enorme suerte de viajar a India por primera vez a comienzos de este año 2023 bajo la organización de Dhatri. 

Vrindavan nos dio la bienvenida con su energía devocional. Todo me parecía sorprendente, novedoso y único. Especial mención merece el día en que recorrimos Govardhan, la colina sagrada de Krishna. 

En Rishikesh, el majestuoso río Ganges es protagonista de toda la actividad del lugar, donde comienzan los Himalayas. Sumergirse en sus aguas es un ritual que no puede faltar. Asistimos a varias ceremonias sagradas a orillas del río, que son también muy impresionantes. 

Goa, con sus playas de arena dorada, el mar tibio y su clima tropical fue un gran contraste. Luego fuimos a Maharashtra a una clínica ayurvédica por una semana donde realizamos un panchakarma. Fueron días de muchísimo descanso al tiempo de hacer el tratamiento depurativo, ¡con comida sana, masajes diarios, piscina y absoluto relajo!

En todos los lugares hay mercados y ferias que muestran artesanías, deidades, vestimenta, adornos… en una mezcla hermosa entre modernidad y tradición. Especial mención merece la deliciosa comida de India. Cada plato es una aventura si una se atreve a explorar nuevos sabores y preparaciones. Este viaje fue un caleidoscopio de experiencias desde la austeridad devocional de Vrindavan, los platos exquisitos, la bellísima ciudad de Rishikesh, el mar de Goa y los días energizantes en la clínica ayurvédica en Maharashtra. 

Algo que destaco es que todo estaba muy bien organizado y eso se agradece y hace que el viaje sea una delicia. Guardo este viaje en mi corazón. 

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