Manifiesto de postura frente a contexto social actual en Chile
Frente a los hechos sociales actuales, queremos expresar la postura que la escuela presenta, de lo general a lo específico:
La escuela ve al ser humano como una red de múltiples niveles de existencia (física, energética, mental, social, espiritual, etc.), donde la base esencial y raíz es el Ser, una partícula vital dotada de existencia continua, consciencia y felicidad. Estos son sus atributos fundamentales no-separables.
Tanto cuánto al individuo se le oprima y busque despojar de tales atributos, es considerado como violencia. El Yoga promueve la no-violencia (ahimsā) como fundamento de su práctica.
El concepto de no-violencia debe ser estudiado, reflexionado y contextualizado en el presente. Entendemos que su aplicación ha sido y será sujeta a distintas perspectivas (la aplicación de ahimsā es distinta para las escuelas Jains, Vaisnavas, Bauddhas, Saivas, etc.), y por lo tanto, no estamos de acuerdo en la utilización vaga y descontextualizada del término en distintos grupos de Yoga o espiritualidad actuales.
No nos sentimos partícipes de una mirada espiritualista carente de contextualización referente a los distintos niveles de existencia humana, una visión post-moderna del trascendentalismo que a ratos negligencia lo corporal, lo psicológico, o en este caso, la participación social/comunal.
Atendiendo lo anterior, la escuela promueve la acción consciente y responsable del individuo en todas las esferas humanas, incluida la social, y no la inacción o pasividad. Esto, por supuesto, entendiendo las distintas realidades personales, y por lo tanto, la pluralidad en formas de expresión.
Como escuela nos oponemos a la violencia en general, y con foco específico a aquella violencia sistémica (parte de un sistema) y sistemática (reiterada con insistencia, premeditada).
Creemos que el estado chileno ha actuado como un estado violento a nivel histórico, desde la violencia de estado, de género, la política, institucional y económica, entre otras formas de violencia. Esto a generado una cultura de violencia, cultivada desde la desigualdad, y teniendo como resultado una mayoría oprimida, deprimida y empobrecida, en distintas facetas humanas. Creemos que este abuso unilateral se mantiene con fuerza e impunidad en el día de hoy, y es causa fundamental de la explosión social actual.
Vemos con aprecio y admiración la movilización ciudadana, que busca la liberación de la violencia, la empatía colectiva, y la promoción de una cultura más inclusiva y equitativa.
Sentimos que en la escena actual, existe un esfuerzo tanto premeditado, o carente de información, para retirar el foco de la discusión relevante, y movilizarlo hacia actos reprochables por la mayoría que no definen la motivación del pueblo. Creemos que estos actos irracionales son bien causados por individuos egoístas desclasados, o bien por grupos que desean promover el miedo e inseguridad, para así mantener el sistema opresor actual. Como escuela rechazamos ambos, especialmente aquel que es organizado y premeditado.
En propositivo, buscamos concretamente crear un espacio de diálogo y reflexión de estas temáticas, apoyar y ayudar a contener los distintos procesos individuales con herramientas del Yoga y del Ayurveda (entendiendo lo duro y complejo de este momento), generar difusión de información relevante, y manifestar de forma explícita nuestra postura al respecto.
La escuela no adscribe a ningún partido o ideología política, sino más bien a la búsqueda constante por la reflexión acerca de lo individual y lo colectivo, y la promoción del actuar consciente.
Por último, dentro de las distintas definiciones del Yoga, creemos importante relevar dos: “Yoga es el arte o habilidad en acción” (Bhagavad Gītā 2.50), y “Yoga es el control o supresión de las fluctuaciones o impresiones de la mente” (Yoga Sūtra 1.2); El Yoga nos invita a la acción hábil, a vincularnos con la realidad, desde un estado mental presente, ecuánime y libre.
Escuela Dhatri (En representación de directorxs, profesorxs e instructorxs, y todo su equipo).
